EL FÚTBOL 'EGG' ASÍ

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Se ha desvelado por fin el porqué de la inusual salida al césped del Atlético de Madrid. Al parecer, Simeone llevaba aprovechando cada charla técnica, cada encuentro en un pasillo de la ciudad deportiva o chats privados por el móvil para recordar a sus pupilos que al partido del miércoles había que ir con huevos, muchos huevos. Más huevos que el rival. Más huevos que en un corral.
Fue el propio día del choque cuando los jugadores ataron cabos y decidieron hacer una compra colectiva, coordinada por el ex-atlético Diego Costa. Él fue el elegido porque, según los propios futbolistas, sabía tocar los huevos como pocos. Así pues, los jugadores rojiblancos salieron al campo con una docena de huevos 'Gallina Pálida' cada uno, creando una estampa inaudita hasta la fecha en el mundo del fútbol y difícilmente repetible.
Oblak vio un filón en el cartón que contenía el preciado bien para aislar su portería de los cánticos y provocaciones del público. Pero, aunque las cajas fueron bien utilizadas, rápido se vio que era incómodo jugar con tanto huevo en las manos.
Griezmann aplastó dos huevos en uno de sus sprints. Afortunadamente tuvo los reflejos de aplicarse el ungüento resultante en el pelo, luciendo un color, una salud y unas puntas envidiables en la segunda parte.
Peor se le dio a Saúl, que viendo cómo rodaba por el césped uno de los suyos (había sido aplicado y los había marcado con una 'S'), se olvidó del balón y propició una oportunidad para el Real Madrid que a punto estuvo de acabar en gol. Simeone se percató del hecho y lo cambió al descanso, alegando que "se me cayeron los huevos al verle".
No obstante, el plan parecía estarle funcionando al técnico argentino. Muchos de sus jugadores ya se veían con un chute importante de grasas y proteínas para la prórroga. Lamentablemente el gol de Chicharito echó sus ensoñaciones por tierra y provocó que muchos de ellos se llevaran las manos a la cabeza. Esto no hizo más que reventar más huevos, acabando los futbolistas embadurnados de claras y yemas, dificultando discernir entre quién lloraba por la derrota, quién porque tenía cáscara en los ojos y quién porque se había quedado sin merienda-cena.
Varios aficionados criticaron la puesta en escena de Simeone al término del encuentro: "No se les puede llevar tantos huevos a estos merengues porque te acaban batiendo".

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