Pocos recuerdan ya el paso de Gerardo Tata Martino por Barcelona. El actual seleccionador argentino desfiló por el Camp Nou con más pena que gloria. No sólo se fue sin ganar ningún título importante. También dejó, según parece, algunos cabos sueltos en las oficinas.
No contento con la persecución a Rosell y Bartomeu, el afamado Pablo Ruz ha decidido imputar a Martino. Las investigaciones se iniciaron el pasado verano, al comprobar las autoridades judiciales que, durante la temporada 2013-14, el rendimiento del Barcelona decayó según avanzaba la temporada. “Era extraño que el equipo no mostrase progresos en su juego. Al indagar un poco, se ha descubierto que el entrenador pasó más tiempo con los directivos que con los jugadores”, revela una fuente cercana a la investigación.
El caso es que el Tata, bien relacionado con la familia de Messi, llevaba años trabajando de manera oculta para el club catalán. Ruz cree que colaboró en las irregularidades económicas destapadas en torno a Leo y Neymar. De hecho, Martino mostró una desconocida faceta irónica cuando habló del precio que había pagado el Madrid por Bale: “Me parece una falta de respeto”. Todo el mundo pensaba que Neymar había costado mucho menos que el galés. Todos menos el Tata, Rosell, Bartomeu y Florentino Pérez quien, como es de sobra conocido, está detrás de cada lío judicial que rodea al Barça.
Además, Martino recomendó a Zubizarreta los fichajes de Douglas y Vermaelen. Este hecho, por sí mismo, podría ser constitutivo de delito.
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